Nowadays, there are many ways to enjoy cider, not only by drinking it. It is obviously not the same, but loads of products are offered to please the sweet-toothed people’s palate.

Villa Melba, Aramburu, Don Ramiro and La Fabariega, which uses cider from Los Gemelos cidermill, offer their artisan apple and natural cider jelly.

Cider pastries, made with wheat flour, margarine, eggs, sunflower oil and cider liqueur, are a delicious option sold by Borines Seleccion.

And, for chocolate lovers, nothing better than trying delicious cider chocolates. La Gijonesa offers them in boxes which resemble the traditional beach cabins from San Lorenzo. They are made with dark or milk chocolate, cream, butter, cocoa butter, cider liqueur by Salvador del Obispo and natural cider.

There are some other sweet options, like the borrachinos (cider soaked sponge cakes) made in Confiteria Colon; cider and apple ice cream sold by Islandia parlour; cider and apple nougat by Crivencar; or cider yoghurt marketed by Central Lechera Asturiana.

But, if you are more into savoury flavours, do not worry.

Pizzastur, a parlour specialized in Asturian pizzas, offers one made with carbonara sauce, mozzarella, blue cheese, apple compote, walnuts and cider from Menendez cidermill; the Cabrales cheese pizza, with cider sauce and caramelized onion, is another delicious choice. And, to finish, we can always taste the delicious sweet cider mousse.

CIDER DOUGHNUTS, one of America’s most distinctive desserts

For many New Englanders — and for people across the country who grew up near apple orchards — it’s just not autumn without cider and donuts.

Apple cider doughnuts are a harvest tradition in autumn in the northeastern United States and are sometimes sold at cider mills.

They are often paired with apple cider, and may be covered with cinnamon and/or granulated sugar. They get their flavour from cinnamon, nutmeg and apple cider used in the batter.

They made their commercial debut in the United States in the 1950’s, as New York Times article from 1951 quoted:
“A new type of product, the Sweet Cider Doughnut will be introduced by the Doughnut Corporation of America in its twenty-third annual campaign this fall to increase doughnut sales. The new item is a spicy round cake that is expected to have a natural fall appeal”.

Hoy en día hay muchas formas de disfrutar la sidra, no sólo bebiéndola. Obviamente, no es lo mismo, pero para los golosos se ofertan muchos productos que harán las delicias de sus paladares.

Villa Melba, Aramburu, Don Ramiro y La Fabariega, que utiliza sidra del llagar Los Gemelos, ofrecen sus mermeladas artesanas hechas con manzana y sidra natural.

Las pastas de sidra, elaboradas con harina de trigo, margarina, huevos, aceite de girasol y licor de sidra, son una deliciosa opción comercializada por Borines Selección.

Y, para los amantes del chocolate, nada mejor que probar los deliciosos bombones de sidra. La Gijonesa los ofrece en cajas que simulan las tradicionales casetas de baño de San Lorenzo. Se elaboran con chocolate negro o con leche, nata, mantequilla , manteca de cacao, aguardiente de sidra de Salvador del Obispo y sidra natural.

Hay otras opciones dulces, como los borrachinos elaborados en Confitería Colón; los helados de sidra y manzana que se venden en la Heladería Islandia; el turrón de sidra y manzana de Crivencar; o el yogur de sidra comercializado por Central Lechera Asturiana.

Pero si eres más de sabores salados, no te preocupes.

Pizzastur, local especializado en pizzas asturianas, ofrece una elaborada con salsa carbonara, mozzarella, queso azul, compota de manzana, nueces y sidra del llagar Menéndez; la pizza de queso Cabrales, con sidra y cebolla caramelizada, es otra deliciosa elección. Y para finalizar, siempre tenemos la posibilidad de degustar una deliciosa mousse de sidra dulce.

DONUTS DE SIDRA, uno de los postres más típicos de América

Para muchos habitantes de Nueva Inglaterra- y para gente de todo el país que haya crecido cerca de pomaradas- no hay otoño sin sidra y donuts.

Los donuts de sidra de manzana son una tradición de la cosecha de otoño en la zona nororiental de Estados Unidos y a veces se venden en los propios lagares.

A menudo se acompañan con sidra de manzana y pueden estar recubiertos de canela y/o azúcar granulado. Su sabor es una mezcla de canela, nuez moscada y la sidra de manzana que se añade a la masa.

Hicieron su debut comercial en los Estados Unidos en los años 50, como ya apuntaba un artículo del New York Times de 1951:
“Un nuevo tipo de producto, el donut de sidra dulce será presentado por la Doughnut Corporation de América en su vigésimo-tercera campaña anual este otoño, para aumentar las ventas de donuts. El nuevo dulce es un pastel redondo con especias que se espera que tenga un gran atractivo natural este otoño”.