Under the motto «Valdesoto with Cider», the festival in support of our native drink took place in La Casona de Leceñes, Siero, on Sunday 30th April, after three years without being able to be held.
Bajo el lema “Valdesoto con la Sidra”, el domingo 30 de abril tuvo lugar en La Casona de Leceñes, perteneciente a la localidad sierense, la fiesta de apoyo a nuestra bebida autóctona tras tres años sin poder celebrarse.

At the event, organised by the Santa Apolonia Cultural and Festivities Association, 8,200 cider glasses were distributed between 12:00 and 15:30 in the afternoon. The public could taste cider from 10 Asturian cidermakers – Trabanco, Alonso, Menendez, Cortina, Muñiz, Buznego, Juanin, Quelo, Riestra and Furaco – as well as homemade cider made in the parish of Valdesoto.
En la cita, organizada por la Asociación Cultural y de Festejos Santa Apolonia, se repartieron 8.200 culinos entre las 12:00 y las 15:30 de la tarde. El público pudo degustar sidra de 10 llagares asturianos- Trabanco, Alonso, Menéndez, Cortina, Muñiz, Buznego, Juanín, Quelo, Riestra y Furaco- así como sidra casera elaborada en la parroquia de Valdesoto.
















A glass of cider commemorating the event had to be purchased for the inexpensive price of 2 euros, as well as the service by means of vouchers: three cider glasses for one euro; six for two; and twelve glasses for 12 euros.
Para ello debía adquirirse un vaso de sidra conmemorativo del evento por el módico precio de 2 euros, así como el servicio a través de vales: tres culinos por un euro; seis por dos; y doce culinos por 12 euros.


During the festival, the participants could taste different homemade food made by the locals themselves, including omelettes, spicy mincemeat and pies. There was also a space for children to enjoy learning the technique of «long pour».
The emblem of the festival, a giant bottle of cider symbolising how big the cider sector is and all the tradition it treasures, welcomed the attendees eager to enjoy a festive day in which there was a music session after the cider distribution was finished.
Durante el transcurso de la fiesta, los participantes pudieron degustar diferentes pinchos caseros elaborados por los propios vecinos, entre los que no faltaron la tortilla, el picadillo o la empanada. Los más pequeños también tuvieron un espacio para disfrutar aprendiendo la técnica del escanciado.
El emblema de la fiesta, una botella de sidra gigante que simboliza lo grande que es el sector de la sidra y toda la tradición que atesora, daba la bienvenida a los asistentes ávidos de disfrutar de una jornada festiva en la que no faltó una sesión con música tras la finalización del reparto de sidra.






